miércoles, 22 de octubre de 2008

LOS CACIQUES DEL PRI



PERFIL


'El profe' va por todo
Por Karla Garduño Morán



(19 octubre 2008).- Esta noche puede que la cumbia suene en Coahuila y que el gobernador Humberto Moreira la siga con sus peculiares pasos de baile, como siempre hace cuando hay triunfos.


Aunque ya cuenta con la mayoría en el Congreso local, con su hermano Rubén al frente del PRI desde el año pasado y el efecto de la constante difusión de su imagen a lo largo de tres años, Moreira podría repetir lo que en 2007 lograron Ulises Ruiz en Oaxaca, Eugenio Hernández Flores en Tamaulipas e Ismael Hernández en Durango: llevarse el carro completo y arrebatarle al PAN los cuatro distritos con cabecera en Torreón que ganó en 2005.


Desde hace un año, en vísperas del proceso que se propone hoy renovar el Congreso compuesto por 31 diputados -20 de ellos electos por mayoría relativa- el autodenominado "hijo del pueblo" dejó claro que para apoyar al gobernador había que votar por los diputados priistas.


Las encuestas parecen favorecerlos. Un estudio realizado por Consulta Mitofsky en septiembre augura el triunfo del PRI con 54.4 por ciento de intención del voto sobre 17.1 por ciento del PAN y 2.9 por ciento del PRD. Incluso los distritos laguneros podrían pasar a sus manos debido también al conflicto interno del PAN, generado entre el grupo del alcalde de Torreón, José Ángel Pérez, y el del senador Guillermo Anaya, compadre del presidente Felipe Calderón.


"Torreón ha sido el bastión del PAN por mucho tiempo, pero hay inconformidad por cómo se han manejado algunas cuestiones en torno a la seguridad; se ha percibido mucha inseguridad en Torreón, siendo una ciudad muy tranquila; ojalá y eso no sea un lastre para sacar buenos resultados", dice Anaya.


El PRI, en cambio, está hoy más fuerte que hace tres años debido a la supremacía de los Moreira. Rubén, el mayor, coordina la estrategia al frente del tricolor en el estado y su hermano, gobernador desde 2005, cuenta con una imagen pública bien posicionada. En las encuestas semestrales elaboradas por Grupo Reforma, ha ido al alza en la calificación otorgada por la población: de 8.1 en los primeros 100 días, ha llegado hasta 8.7 en mayo, a los dos años y medio de gestión.


Utilizar su imagen hasta en los libros de texto, haber perdido 7 mil 902 empleos en su primer mes de gestión -de los 508 mil 329 existentes con su antecesor Enrique Martínez y Martínez-, tener a sus hermanos en puestos políticos, bautizar obras públicas con nombres de sus familiares y su cercanía con personajes como Carlos Salinas de Gortari y Elba Esther Gordillo no han sido razón suficiente para que, según las encuestas, los coahuilenses lo desacrediten.


Hombre de familia
Dicen que cuando nace un Moreira en lugar de preguntar si es niño o niña la cuestión es si es profesor o profesora. Nadie se resiste a las aulas.
Rubén Moreira Cobos, bisabuelo del gobernador, inauguró la tradición. Se trata de uno de los maestros míticos del Ateneo Fuente (institución de educación media superior fundada en 1867).


En la familia del mandatario de Coahuila todos son profesores. Desde sus padres hasta sus cuatro hermanos: Rubén, Carlos, Álvaro y Elisa, quienes también han incursionado en la política y ocupan puestos cercanos al actual gobernador.


Antes de ser presidente del PRI estatal, Rubén coordinó la campaña de su hermano y fue subsecretario de Asuntos Políticos de la Secretaría de Gobierno del estado, además de ocupar otros cargos en la Secretaría de Educación Pública de Coahuila (SEPC). Políticos del estado dicen que él es el cerebro del gobierno, el que maneja los hilos.


Ramón Díaz, compañero del gobernador cuando era presidente de la sociedad de alumnos en la Benemérita Escuela Normal de Coahuila y luego su contrincante en las elecciones del 2005 como candidato del Partido del Trabajo, recuerda que Rubén era un estudioso de la izquierda.


Cuenta Díaz que mientras ellos organizaban movilizaciones para defender a los estudiantes, sin ningún interés político ni ideológico, el mayor de los Moreira sí leía a los filósofos de la política y entablaba lazos con Cuba. De hecho, Rubén dice estar convencido de que su partido es la mejor opción de izquierda.


"En el tiempo que estuvimos de estudiantes creo que nadie del equipo éramos estudiosos de la izquierda radical, no éramos ni marxistas, ni leninistas ni menos maoistas. Nosotros estábamos en cuestión de organización, pero no de inculcar ideologías. Entiendo que quien estudiaba más estas líneas era Rubén Moreira, a él sí mis respetos para la cuestión de estudios", dice el petista.


Carlos no se ha movido del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), donde ya fue dirigente de la sección 5 y desde 2005 encabeza la 38. Álvaro era hasta agosto subdirector de Desarrollo Social de Saltillo y coordinó la campaña del diputado federal Jericó Abramo, y Elisa es directora de Maestros Pensionados y Jubilados de la SEPC.


Es una familia unida. Cuenta Ramón Díaz que en sus tiempos de estudiante pudo ser testigo de las frecuentes reuniones familiares. Evangelina, la madre del gobernador, fungía como el pilar del "clan" Moreira, mientras que el padre pasaba el tiempo aconsejando a sus hijos sobre el magisterio y la política. "En esta vida no hay que ser huevones, hay que trabajar", recuerda el mismo "profe" que le decía su padre, de quien habría heredado su modo franco de decir las cosas.


Gobierno 'de la gente'
Desde el principio Moreira bautizó su administración como "El Gobierno de la Gente" y ese eslogan ha estado presente por todos lados, desde el nombre de programas sociales como "Los Uniformes de la Gente", "Las Farmacias de la Gente" y "El Agua de la Gente", hasta en la ceremonia del grito de Independencia, donde luego de honrar a los próceres nacionales, lanza vivas por "Coahuila y su gente".


Moreira ha puesto énfasis en construir la imagen de un gobernante cercano al pueblo y ya aleccionó a sus funcionarios para lograrlo. Entre marzo y abril de este año y mediante el libro Mitos y realidades sobre el trabajo realizado por el gobierno de la gente, los trabajadores del estado recibieron un curso en que se les daban las claves para defender al gobierno.


"No es un gobierno populista, sino un gobierno popular, que, contrario a las tendencias neoliberalistas, busca otorgar el derecho de acceder a servicios básicos, educación, cultura, salud y empleo para los más desprotegidos", se dice en la página 83 del libro.


Una de las mayores críticas a su gestión es que algunas de sus políticas rayan en el populismo, como regalar a más de 3 mil familias los predios en los que se asentaban de manera irregular, invitar un viaje a Mazatlán con todo pagado a 500 alumnos y 40 profesores del Colegio de Bachilleres de Saltillo o proponer en su estado la pena de muerte a los secuestradores que asesinan a sus víctimas días después de que se ventiló el secuestro y asesinato de Fernando Martí.


Su relación con Cuba es otro punto polémico. En mayo del 2006 viajó a la isla y luego de una larga charla con Fidel Castro se anunció la donación de equipo especializado para operaciones de cataratas.


Junto al PT, apoyó el programa "Operación Milagro" -para llevar a enfermos visuales a ser intervenidos en la isla- y también organizó en abril un festival en Cuba donde se promovió la cultura de Coahuila.


Hasta cuando derrocha, Moreira busca dar la nota filantrópica. El 21 de diciembre pasado el gobernador contrajo segundas nupcias con Vanessa Guerrero, ex Señorita Coahuila, en una ceremonia en Piedras Negras a la que fueron convocadas cerca de 600 personas, entre las que se contaban el ex presidente Salinas, el líder priista en el Senado Manlio Fabio Beltrones, varios gobernadores y empresarios.


Los regalos de boda se solicitaron en efectivo, argumentando que se destinarían a alguna obra de asistencia social. El 22 de enero siguiente, ya estaba la flamante pareja poniendo la primera piedra de un jardín de niños supuestamente construido con los 2.5 millones de pesos reunidos.


Usar la tragedia
Las desgracias ocurridas en Coahuila a lo largo de estos tres años también han sido aprovechadas por Moreira para cultivar su imagen. En el accidente de la mina de Pasta de Conchos en febrero del 2006, a dos meses de iniciar su gestión, llegó antes que las autoridades federales y operó desde ahí durante una semana.


Tras el tornado que arrasó Piedras Negras en abril del año pasado llegó en dos horas con parte de su gabinete para coordinar las labores de ayuda. Y en septiembre pasado, cuando la explosión de un tráiler con nitrato de amonio en el ejido de Celemanía dejó 23 muertos y 75 heridos, llegó incluso antes de que el fuego fuera apagado.


Elvira Martínez, viuda de uno de los mineros atrapados en Pasta de Conchos, recuerda que su primera impresión del gobernador fue de una persona cálida, que se preocupaba por los problemas de las familias. Moreira, dice, estuvo con ellos y se enfrentó a las autoridades federales y de la empresa que no daban información clara sobre los trabajos de rescate.


Una semana después, cuando se anunció que ya no había esperanza de vida, se retiró del lugar, dejando a funcionarios públicos como tutores de cada una de las familias para darles apoyo legal.


"La imagen que el gobernador quiso dar con esa gente se va al suelo", dice Elvira más de dos años después y todavía en pie de lucha por las irregularidades cometidas tras el accidente.
"Su actitud era más como estar cerca de las familias para ver qué era lo que pensaban, si había alguna movilización de gente o acercamiento de gente de fuera. Por ejemplo, vino una abogada de Estados Unidos a tratar con las familias para ver si queríamos meter una demanda por la vía extranjera y hubo mucha intimidación por parte de los tutores, nos decían que no les creyéramos, que era gente partidista, que venía a lucrar. Querían tener control", explica.


A Moreira lo vieron una vez más a los seis meses, recuerda Elvira, cuando la empresa desconoció a los tutores, y en abril del año pasado, cuando el caso se cerró. Luego ya no han podido tener una audiencia con él. Sin embargo, el mandatario sigue exigiendo públicamente mayores sanciones para el Grupo México y para los funcionarios de la Secretaría del Trabajo.


Desafiar autoridades
Desde que tenía 17 años, cuando como líder estudiantil no dudó en encabezar la toma de las instalaciones de la Normal y presionar hasta lograr la expulsión del director Sergio Reséndiz, el coahuilense no se ha detenido para desafiar a las autoridades. A Vicente Fox lo atacó por varios frentes desde el accidente de Pasta de Conchos. Pasada la primera semana y ante la ausencia del Presidente, Moreira le recomendó públicamente que no visitara la región para no enfrentar el enojo de la gente.


Un año después, dijo que el guanajuatense le había pedido que encarcelara a Napoleón Gómez Urrutia, líder sindical de los mineros, pero nunca sustentó su acusación y un mes después dio carpetazo al asunto. Con Fox fuera del gobierno no cesó y, después de una ola de violencia durante mayo en Torreón, Moreira culpó al panista por su falta de políticas de combate a la inseguridad.


En octubre del año pasado, a partir de un conflicto entre legisladores locales que derivó en que los panistas amenazaran con protestar en su Informe, acusó a los senadores del blanquiazul Guillermo Anaya y Ernesto Saro, así como al líder del PAN Manuel Espino de tener vínculos con el narcotráfico.


Anaya, que fue alcalde de Torreón cuando Moreira gobernaba Saltillo, cuenta que finalmente el gobernador pidió disculpas y se acordó no volver a tocar el tema.
"Su gestión ha sido muy controvertida y en constante golpeteo con las autoridades federales", dice el senador.


Fidelidad en conflicto
Desde los inicios de su carrera política, Moreira se acercó a la gente de poder, aunque no siempre se ha quedado de su lado. Cuando era delegado del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos en Coahuila, en 1994, estuvo cerca del entonces gobernador Rogelio Montemayor y lo convirtió -durante tres años seguidos- en el mandatario con primer lugar en número de certificados emitidos por el INEA.


El logro fue también el primer escándalo de Moreira, ya que algunos lo acusaron de que reclutaba gente para llenar los exámenes y conseguir así los certificados.


Cuando se acercaban las elecciones para gobernador, Moreira cambió de bando y decidió apoyar a Enrique Martínez y Martínez, rebelándose contra Montemayor porque éste se había negado a darle acceso a un puesto de elección popular.


El apoyo a Martínez y Martínez llegó a tal punto que la oposición lo acusó de utilizar el aparato del INEA para apoyar al candidato. Cierto o no, Moreira recibió de Martínez y Martínez la Secretaría de Educación Pública y en 2003 lo avaló en su camino a la alcaldía de Saltillo y luego a la gubernatura.


A Martínez y Martínez también lo dejó en el camino. En cuanto asumió la gubernatura, rompió con él y corrió a varios de sus allegados. Además, optó por apoyar a Roberto Madrazo y no a su predecesor en el camino a la Presidencia; incluso se dice que le bloqueó la posibilidad de ir al Senado.


A Madrazo le dio su espaldarazo y mantuvo una posición mediadora entre él y su mentora Elba Esther Gordillo, a pesar de que el SNTE había acordado no apoyar al tabasqueño en su carrera a Los Pinos. Sin embargo, tampoco consiguió que ganara en el estado, donde Madrazo quedó en segundo lugar con 26 por ciento de los votos, por debajo del 43 por ciento que obtuvo Calderón.


Ahora se dice que también su relación con "la maestra" está debilitada y la razón parece ser la misma Alianza por la Calidad de la Educación que trae en jaque a la SEP. Coahuila fue el estado que más incidentes presentó durante la aplicación del Examen Nacional de Habilidades y Competencias Docentes el 11 de agosto pasado, donde decenas de maestros bloquearon nueve centros en los que cerca de 3 mil maestros entrarían al concurso. El gobernador justificó el boicot y se quejó por el bajo número de plazas disponibles para su estado (45), secundando las quejas que ya había hecho su hermano Carlos sobre la alianza.


A Gordillo no le gustó mucho la protesta: "Me gustaría preguntarle en verdad a Humberto Moreira si un maestro es capaz de entender que en su propio Estado se haya querido crear un movimiento en contra de la alianza cuando la firmó", dijo la lideresa el 11 de octubre en el Consejo Nacional Extraordinario del SNTE.
Por lo pronto, Moreira sigue contando con Gordillo de su lado y con otros líderes priistas como Salinas de Gortari y Beltrones.


Y mientras la estructura del tricolor local trabaja por los resultados de esta noche, Moreira ha dedicado las últimas semanas a hacer política fuera del estado, reuniéndose con funcionarios federales y hasta con el candidato demócrata a la Presidencia de Estados Unidos, Barack Obama.


1 comentario:

Oreste dijo...

Hello Karla, a salute from Rome. Ciao