miércoles, 22 de octubre de 2008

POR EL DÍA DE LA RAZA


Relegan agenda indígena

Por Karla Garduño Morán

Reportaje


(12 octubre 2008).-


En México, donde los indígenas representan el 13 por ciento de la población total, los legisladores originarios de estas comunidades apenas conforman el 3 por ciento de la Cámara de Diputados y su agenda ha sido ignorada.


A pesar de que la redistritación que hizo el IFE en el 2005 dio origen a 28 territorios electorales con más del 40 por ciento de población indígena, en el 2006 sólo en ocho de esos distritos se eligieron diputados de origen indígena, y dos de ellos no lo son en sentido estricto, ya que no hablan ninguna lengua, condición necesaria para que el INEGI los considere como tales.


Además hay otros cinco legisladores indígenas que pertenecen a otros distritos y dos más que llegaron por representación proporcional, de tal forma que los 62 pueblos reconocidos por la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas están representados por 15 diputados: 11 del PRD, tres del PRI y uno del PAN.


Nueve de ellos pertenecen a la Comisión de Asuntos Indígenas, donde conforman el 30 por ciento de los 30 miembros y han presentado 10 de las 18 iniciativas turnadas a la comisión, las cuales siguen pendientes de dictaminación.


El rezago legislativo


En su plan de trabajo de este año la Comisión de Asuntos Indígenas se propone combatir el rezago legislativo; sin embargo, no ha podido llevar ninguna de sus iniciativas al pleno de la Cámara.


Su presidente, el perredista Marcos Matías, afirma que con la intención de alcanzar cambios que compensen los incumplimientos de los acuerdos de San Andrés Larráinzar, se han concentrado en impulsar tres propuestas: reconocer la personalidad jurídica de los pueblos indígenas; elevar a rango constitucional el derecho de consulta de los pueblos indígenas en todas las actividades que afectan su desarrollo, y permitir que las comunidades se organicen para crear nuevos municipios.


"Lo primero que hicimos fue una agenda legislativa emergente en la que se concentraban por lo menos 24 propuestas para modificar 11 artículos de la Constitución. Yo estaba consciente de que era imposible que avanzáramos con esas 24 propuestas y que teníamos que priorizar, de tal manera que durante el primer año nos dedicamos a generar el consenso mínimo, que son los diputados de la comisión. Los convencimos de que era necesario avanzar en tres derechos fundamentales", explica Matías, representante del distrito 6 de Guerrero.


Los tres puntos se incluyeron en la Ley para la Reforma del Estado dentro de los grupos de trabajo de Federalismo y Garantías Sociales. En el primero, señala Matías, se logró un consenso, pero en Garantías Sociales no pasaron las propuestas referentes a reconocer el derecho de las comunidades sobre la propiedad de la tierra y sus recursos.


Ninguno de los temas prosperó en una iniciativa de ley y la comisión pretende darles salida a través de los canales regulares. Los tres puntos se resumieron en un dictamen que fue aprobado por unanimidad y que en diciembre pasó a Puntos Constitucionales, donde no ha podido ser discutido.


El último intento fue el 10 de septiembre pasado. En la orden del día se incluyó la discusión del dictamen a pesar de que los 12 legisladores panistas miembros de la Comisión de Puntos Constitucionales habían pedido que se pospusiera hasta que se llevara a cabo un foro sobre el tema, programado para esa misma tarde.


Con una asistencia de 17 de los 30 diputados, se aprobó un dictamen sobre el derecho a la cultura, pero antes de que se tocara el tema indígena, al menos seis de los panistas presentes se retiraron y rompieron el quórum."El PAN es el partido que ha obstruido que este proceso salga en esta legislatura; siguen negando los derechos de los pueblos indígenas de México", acusa Matías.


Cuotas: el dilema


El 30 de abril pasado, el priista Wenceslao Herrera presentó una iniciativa para integrar una circunscripción nacional indígena en la que los partidos estarían obligados a postular un candidato indígena en cada una de las fórmulas de representación proporcional.


Esto aumentaría su presencia en el Congreso, pero entre los propios legisladores indígenas no hay consenso respecto a establecer un sistema de cuotas. El PRI y el PRD plantean en sus documentos básicos la promoción de candidaturas indígenas en aquellos lugares donde sean mayoría, pero sólo el partido del sol azteca especifica que en el caso de los diputados de representación proporcional, por cada bloque de diez candidaturas habrá mínimo un representante de los pueblos indios en las entidades donde existan.


"Sigue habiendo una deuda en los espacios de representación política del país. Se tiene que reformar el Código de Procedimientos Electorales para poder abrir los cauces jurídicos de las candidaturas indígenas", dice el presidente de la comisión de Asuntos Indígenas.Sin embargo, el priista Edmundo Ramírez, que se considera un indígena hñahñu aunque no hable la lengua, señala que la política dirigida a la población indígena no debe ser sólo para ellos, ya que la pobreza y la marginación están en toda la República.


El único panista indígena, José Guadalupe Rivera, miembro de la etnia náhuatl aunque no habla la lengua, está a favor de una mayor representación, pero afirma que es necesario evitar las etiquetas."Necesitamos tener la sensibilidad de los derechos de todos los pueblos, no nada más los indígenas, para ver nuestras necesidades; que no estemos etiquetados, somos ciudadanos mexicanos como cualquiera", apunta Rivera.

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