martes, 23 de septiembre de 2008

ENTREVISTA JAVIER GARCIADIEGO



Entrevista / Javier Garciadiego /

'Con que hagan la mitad

Reforma(14-Sep-2008).-

Con lograr que se concrete la mitad de las acciones propuestas en el programa de la comisión de festejos del 2010, más algunas iniciativas que se vayan incorporando, será suficiente, opina el historiador Javier Garciadiego.
Miembro del consejo asesor de la comisión, Garciadiego reclama una celebración variada, pero pone énfasis en la realización de obras trascendentales que queden para la memoria más allá de los festejos, los actos cívicos y académicos que recordarán sólo quienes los vivieron.
El académico no ve mal el programa de la comisión nacional y el de la comisión del Distrito Federal, pero reconoce que también hay obras de relumbrón y otras que no llegarán a concluirse.
"Veo en la comisión del Distrito Federal una actitud ante la historia fresca, irreverente incluso, no solemne, como se suelen hacer estos festejos. Por lo general las aproximaciones efemerísticas a la historia suelen ser solemnes. La comisión del Distrito Federal no lo ha hecho así, qué bueno, hay que acercarse a los jóvenes, hay que tener una visión de la historia mucho más fresca; pero estoy seguro, por los adelantos que ya he visto, que tampoco hay una visión solemne en la comisión nacional. Veo en ambas algo que es producto de los tiempos: muchas iniciativas, un pulso ciudadano social mucho más grande que en otras ocasiones", asegura.


¿En estas celebraciones hay una perspectiva de izquierda y una de derecha?
En general en el país se ha tendido a este tipo de reduccionismo en los últimos años, fomentado por la propia clase política que se quiere autodefinir como de izquierda y a los otros entonces los definen como de derecha; y por otro lado éstos nunca aceptan ser de derecha y entonces se definen como liberales demócratas y a los otros los definen como populistas. Es simplemente un juego reduccionista que parte del supuesto de que "yo estoy bien y los otros están mal". No es correcto ese reduccionismo.


¿Hay diferentes maneras de aproximarse a las celebraciones?
Lo que veo en las celebraciones es una enorme complejidad. Suelen verse dos comisiones, la nacional y la del Distrito Federal, yo veo más, hay comisiones estatales, hay comisiones de otros poderes, hay comisiones en instancias educativas. De ninguna manera puede reducirse esto a dos posiciones ni debe buscarse alguna confrontación entre ellas.


¿Qué destacaría respecto a lo que se busca conmemorar en las comisiones?
Conozco los proyectos de trabajo, y subrayo la palabra proyectos porque me imagino que es un proceso inacabable, se van a ir mejorando, se va a ir haciendo lo que se pueda hacer. Sé que ambas comisiones están desbordadas; las propuestas de los interesados han desbordado a cualquier tipo de comisión. Será con el tiempo que se van a ir definiendo los proyectos.
Las fundamentales son dos, ciertamente. La del Distrito Federal tiene una circunscripción geográfica muy clara y además no tiene problemas de definición política porque se limita al Distrito Federal, donde hay un gobierno emanado de un partido. La comisión nacional tiene una circunscripción geográfica mucho más amplia, le toca englobar a gobiernos emanados de los tres partidos.


¿Cuál es el espíritu en la ciudad?
Ciudad de México fue muy importante en 1808 para la Independencia y después perdió el protagonismo y vuelve a ser importante hasta 1821 con la entrada del Ejército Trigarante. Esto hace claramente justificable la importancia que le han otorgado a 1808. Siento que hay un matiz hasta ahora, pero no creo que sea tan simple como lo voy a decir, veo un ánimo muy festivo, mucha participación popular, veo también una gran apuesta por métodos electrónicos, eso está muy bien. Están atendiendo a los habitantes y están aprovechando los límites geográficos y la homogeneidad política y urbana que le da el límite de la Ciudad de México.


¿Cómo ve el programa nacional?
Muchísimas cosas, con que se haga el 50 por ciento de lo que tienen propuesto, más las propuestas que sigan llegando, será un año muy interesante. Lo que quiero son unas celebraciones muy variadas, me gusta que haya cosas lúdicas, creo que a la gente le gusta ir a su zócalo, a su plaza principal, es una fecha muy simbólica, pero también quiero obras que trasciendan, obras no efímeras. Por ejemplo, ¿hoy qué recordamos de 1910?, sabemos que hubo festejos populares, que hubo verbenas, pero eso lo disfrutó la gente que vivía en ese momento, lo que nos queda son algunos edificios y monumentos. Quisiera que se construyan obras de valor utilitario, en municipios, ciudades, capitales, hospitales, carreteras, algo que realmente aporte. Ojalá no sean obras suntuosas, que no den lugar a corrupción, que mejoren las condiciones de vida de los ciudadanos.


¿Y cree que se concluirá a tiempo?
Algunas cosas no se harán, otras se harán bien, pero si recordamos el 1910, algunas obras fueron concluidas, otras se quedaron a la mitad y tuvieron que ser reorientadas. Si en algunos casos no hay los recursos y nada más se pone la primera piedra, prefiero una primera piedra bien puesta a edificios que se hagan con prisas. A los habitantes de esta ciudad nos duele todavía la biblioteca Vasconcelos.


"Si en algunos casos no hay los recursos suficientes y nada más se pone la primera piedra, prefiero una primera piedra bien puesta a edificios que se hagan con prisas".

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